Una de las pistas era una mezcla de agility con flyball. Los jefes no apostaban mucho a que me acordase de cómo funcionaba el cacharro del flyball, pero lo hice bien. La caja del flyball tiene un mecanismo que dándole con las patas en una base que tiene, te lanza una pelota. Fue muy divertido.
Después de la exhibición a mis compañeros perrunos de equipo los dejaron en una planta baja, para que no estuviesen en el coche, mientras a todo el club se le invitó a comer paella (para eso no les hacemos falta...ya les vale!). Por lo que me ha contado la jefa, después se les dio un recuerdo a cada uno.
La próxima competición creo que será por algun pueblo de Valencia.
Un lametazo
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