Noah:

“El pasado sábado los jefes me llevaron a mi primera clase de Obediencia y Agility; el principio no me gustó un duro, porque a mediodía mi platito de comida se quedó vacío, ahí que iba yo tan feliz a hacerme mi aperitivo de pienso…y estaba vacío!!! Qué pasa aquí??? Esto tiene truco?? Dónde esta la camaro oculta?! Y claro, yo empecé a saltar hacia los jefes, para que me pusieran…y nada, que no se enteraron. Asi que me montaron en el coche y empezó el viaje y yo con el estómago vacío, y encima, como aun no tenemos el coche nuevo tenemos que ir Ura y yo en el transportín y se nos queda un poco pequeño, aunque yo no tengo problemas, me tumbo y Ura ya se apañará…

Al llegar me pusieron la correa y me sacaron a dar vueltas por la chopera del terreno, y la verdad es que me moló, sobretodo porque el jefe, muy pesadito él, no hacía más que repetirme “sit”, y cuando yo me cansaba y me sentaba, me daba un trozo de jamón! JAMON!!! Que riquííííííííísimo! Y yo me emocionaba y saltaba y hasta ladraba y yuju!!! Y el jefe oooooootra vez…”sit” y yo sentada…y más jamón!!! Ole! Luego me empezó a decir “Platz”, y yo no lo entendía mucho, hasta que con el jamón hizo que me tumbara, y hasta que no me tumbé, el jodío no lo soltó, pero coñe, lo hizo! Y otro "Platz"…y más jamón! Cómo mola! Lo que no acabé de entender es que cuando me decía “Platz” y yo me espanzurraba boca arriba no me daba nada! Y yo pensaba: “si estoy tumbada! Y la mar de agusto!”, pero no, así no me daban jamón, así que me tuve que tumbar como decía el jefe, porque sino, no me daba jamón, y yo tenía hambre…

Y entre “sits”, “platz” y vueltas por ahí pasó la tarde, hasta que entramos a la pista de agility, que ya conocía, porque había corrido alguna vez por ella, y de repente el jefe me plantó delante de un montón de palos verticales…y estiró d ela correa y…yo no me moví, no entendía que quería, si podía correr por ahí para que iba a ir entre los palos, así que me planté y dije que no pasaba y oí decir al jefe “será cabrona!” y yo pensé, oye guapo…seré perra, pero de cabrona na. Y al final se puso a tirarme la pelota y a jugar conmigo, tanto que cuando me llevó al transportín no pude mas que tumbarme y enseguida me quedé completamente sopas, me pareció ver que Ura daba vueltas por la pista haciendo muchas cosas raras, pero bueno me importaba poco…

En fín que he necesitado un par de días para recuperarme de la paliza que me dio el jefe, que acabé que no podía más.

Y hoy vuelvo!!! Jamoncitoooooo!!!!!

Un lametazooooooo!

P.D. Mmmmm.......me está gustando esto de escribir por aquí, tendré que hablar con Ura para que me deje hacerlo más a menudo..."

Paciencia...

Ya hace dos semanas que Noah entró en casa. Reconozco que cada vez me llevo mejor con ella. Ya no la gruño cuando se acerca a mí o cuando coge alguno de mis juguetes. Solo a veces, cuando se pasa de la raya e intenta quitarmelos de la boca. Intento que entienda quien manda aquí, a parte de los gruñidos, me siento encima de ella (está tan blandita...). Ella lo pilla, pero como es tan joven, lo único que quiere es jugar. Yo muchas veces cedo y juego con ella. Nos damos mordisquitos, nos perseguimos, ella me ladra si me paro a descansar... la joia... No para ni un momento, corriendo pasillo pa´rriba, pasillo pa´bajo. Pone cara de velocidad y tira a correr. Las primeras veces se daba con todo lo que pillaba por medio, patas de las sillas, marcos de las puertas, incluso las puertas... 

Hace dos fines de semana estuvimos en el chalet. Le encanta el césped, y a quién no? También se vino al entrenamiento y estuvo con dos de sus hermanitos. Ese fin de semana acabó muy cansada. En la foto estamos en casa, cuando volvimos del fin de semana. Ella ahí se estaba durmiendo.

Este fin de semana también se vino con nosotros a la prueba de Picassent y estuvo con toda la gente del club. 

Y el sábado que viene empezará obediencia! A ver si la educan a estarse quieta 10 minutos!

Un lametazo

Noah

Desde hace dos días somos una más en la familia! Se llama Noah, es pequeñita, tiene dos meses, nació en el mismo lugar que yo, pero tiene otros papis, por eso no somos iguales. Su madre se llama One y su padre es Moe, el compañero que compite con el jefe de mi bipe. Es una border collie y tiene un ojo de cada color. Es muy juguetona, no para ni un momento!

El primer día que apareció en casa no me hizo mucha gracia. Eso de compartir a los jefes no me gusta nada, pero está claro que tengo que acostumbrarme. Por lo menos nos haremos compañía cuando nos toque quedarnos solas en casa.

Esta mañana le dio por mordisquear el cable de la lampara de la entrada y la tiró de la mesa rompiéndola. Cuando llegó la jefa y lo vio, se enfadó un poco, por eso no me quise acercar a recibirla, pero no nos riñó a ninguna. Nos saludó y recogió los trozos. Yo la miraba diciéndola: "cuanto nos va a costar de criar..." 

Un lametazo