Se acabó lo bueno...

Ayer se acabaron las vacaciones. Han sido algo diferentes, ya que en vez de pasarlas los tres solos, este año hemos sido cuatro. A parte, la semanita de escapada la hemos compartido con los amigos del club. Los jefes alquilaron una casa rural en un pueblecito de Cuenca, llamado La Pesquera, con mucho terreno y nos fuimos allí todos, perros y jefes, a pasar unos dias. No debía de tener mucho el pueblo, ya que todos los jefes decidieron quedarse la mayor parte del tiempo en la casa, de cachondeo, como no... La casa también tenía una piscina en la que todo el mundo se refrescaba, incluso nosotros.

El primer fin de semana que estuvimos allí dió la casualidad que había una prueba de agility cerca y allí fuimos.


En la prueba pasamos mucho calor, sobretodo el domingo por la mañana. Aunque los bipes del club le pusieron solución con una guerra de agua! Qué bien se lo pasaron! Acabaron todos chopaos, no se salvó nadie del remojón! Los otros equipos nos miraban un poco raro, no sé si por miedo a ser mojados también o por que en verdad les hubiera gustado participar del tan refrescante espectáculo.
El último día en la casa nos dejaron bañarnos en la piscina. Noah descubrió que sabe nadar. Qué risa me dió cuando vi que la cogían y la tiraban al agua!!





Y estaba yo riéndome tanto de aquella escena, que descuidé mi retaguardia y me cogieron a mí también... joios...



La verdad es que nos vino muy bien, hacia un calor insoportable.

El resto del verano lo hemos pasado en el chalet del jefe, jugando, persiguiéndonos, corriendo detrás de Noah, otras veces yo era la perseguida y alguna vez que otra a las dos nos tocaba correr delante de Waxi... No veáis como se pone cuando le molestas en mitad de la siesta!! Gatos...



Y hoy, vuelta a la normalidad... vuelta a la ciudad.

Un lametazo de Noah y otro mio!!