Hoy se cumple un mes del peor día de toooooda mi vida…aish! si es que lo recuerdo y me pongo a temblar, todo empezó cuando a los jefes se les metió entre ceja y ceja mojarme, no re-mojarme, sino mojarme, así que ni cortos ni perezosos me tiraron a la piscina! A la piscina! Si amigos, entre los dos fueron capaces de trazar un makiavélico plan para cogerme y lanzarme a la piscina, menos mal que fue cerquita del borde y no tuve necesidad de sacar mis dotes natativas, porque cuando me pongo, ni el Michael Phelps ese me gana, y hubiera dejado al jefe al otro lado de la piscina intentando alcanzarme; pero en fin, que no fue necesario. Por fortuna el susto acabó rápido y los joios tuvieron el detalle de secarme un poco, lo que me vino muy bien para escabullirme e irme corriendo a rebozarme en la tierra, consiguiendo un tinte marronáceo en mis pelos blancos, que ni en la pelu…
Pero no acabó ahí la cosa, no. Me sorprendió bastante el hecho de que nos fuéramos sin Ura, cuando en el coche veía que ella se quedaba, intenté avisar a los jefes con un par de ladridos, pero al ver que no me hacían ni caso me propuse disfrutar del espacioso transportín, que era todo para mi, que bien se va sin la plasta de Ura, oye…Mi sorpresa fue mayúscula cuando me di cuenta de que íbamos al vete, “bien no hay problema, me darán chuches!” - pensé; cuando después de intentar jugar con todos los perros que había por la sala, y que ninguno me hiciera caso (“desaboríos”), me metieron en la sala de siempre y me subieron a la mesita esa que tienen que esta fresquita, después de toquetearme por aquí y por allí y en un momento que me pilló desprevenida ZAS!!! Me pegaron un pinchazo en el lomo, que por poco me caigo! Malditos! Insensatos! Pero qué os habéis pensado! La leche como pica!!! Uuuuuuaaaahhh!!! No sabía donde meterme, ni con qué restregarme como picaba! Mecahis en la mar salada!!! Si os pillo por la calle!!! Fue tal el picor y la cara de mala leche que me vieron, que me dieron 4 chuches! C-U-A-T-R-O! Y es que los picores con chuches, son menos picores y más llevaderos…luego me dieron un paseo y nos subimos al coche para irnos al chalet ¿al chalet?, no amigos!
Pero no acabó ahí la cosa, no. Me sorprendió bastante el hecho de que nos fuéramos sin Ura, cuando en el coche veía que ella se quedaba, intenté avisar a los jefes con un par de ladridos, pero al ver que no me hacían ni caso me propuse disfrutar del espacioso transportín, que era todo para mi, que bien se va sin la plasta de Ura, oye…Mi sorpresa fue mayúscula cuando me di cuenta de que íbamos al vete, “bien no hay problema, me darán chuches!” - pensé; cuando después de intentar jugar con todos los perros que había por la sala, y que ninguno me hiciera caso (“desaboríos”), me metieron en la sala de siempre y me subieron a la mesita esa que tienen que esta fresquita, después de toquetearme por aquí y por allí y en un momento que me pilló desprevenida ZAS!!! Me pegaron un pinchazo en el lomo, que por poco me caigo! Malditos! Insensatos! Pero qué os habéis pensado! La leche como pica!!! Uuuuuuaaaahhh!!! No sabía donde meterme, ni con qué restregarme como picaba! Mecahis en la mar salada!!! Si os pillo por la calle!!! Fue tal el picor y la cara de mala leche que me vieron, que me dieron 4 chuches! C-U-A-T-R-O! Y es que los picores con chuches, son menos picores y más llevaderos…luego me dieron un paseo y nos subimos al coche para irnos al chalet ¿al chalet?, no amigos!
La siguiente parada fue en el trabajo del jefe, tenía que hacer nosequé y allí que nos fuimos los tres, subimos y qué sitio más grande, incluso tenían un pelota, para jugar y bien agusto que estuve correteando por todos los despachos, incluso los jefes me hicieron alguna foto artística,
tanto que pude comprobar lo que siente el jefe del jefe...jejejje y cuando nos íbamos, bajamos unas escaleras y vi que había un parque, allí me lancé sin pensarlo! Y….POOOOM! me pegué un castañazo en la frente que pa qué…contra…contra… pero si allí no había nada, nada! Así que me dije, "pues si no hay nada! Vamos pa’lante!" Y POOOOM otra vez! Y ya me mosqueé y dije "si, pos ahora verás!" Y tres veces más! Y las tres veces me aticé contra algo misterioso! Y cuando iba a por la cuarta, ya con bastante dolor de cabeza, vi por donde salían los jefes, que no hacían más que reírse, y dije, coñe pues mejor voy por donde ellos, y mira tu! Salí! Qué listos son los jefes, eh! Si es que…
Menos mal que esa fue la última parada, porque ya no se qué más me podía haber pasado…esa noche dormí genial, pero con algo de dolor de cabeza…
Noah.
